Aleatoriedad paralela sincronizada.

Soñando que me hablaba y me agarraba a sus cuerdas vocales. Triste distorsión de la realidad, combinación de aspiraciones, ambiciones e intereses. El querer y no poder. Impotencia. Sorber la decepción a tragos pequeños, pero intensos. Esperar, y esperar un poco más, y volver a esperar algo que parece no llegar nunca. Frustación. Quizás las malas costumbres me jugaron una mala pasada. El cielo se está encapotando, los rayos ya no penetran con la misma intensidad que lo hacían hace solo unos meses. Aquellos sueños que antes estaban concentrados en un mismo punto ahora pasean libremente por cualquier acera, sin dueño, sin nadie que los oriente al buen camino. La esperanza venidera sucumbió inevitablemente.















Bonito mientras duró, beibi.

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